CAVERNS OF MARS: RECHARGED

EL ORIGEN

De 1981 a 1984 existió el Atari Program Exchange (APX), una división de Atari, Inc. que vendía software por correo para las computadoras pertenecientes a la Atari 8-bit family, y también promovía la creación de software permitiendo que cualquiera que estuviera interesado pudiera enviar sus programas, y si alguno era seleccionado se incluía en el catálogo que les llegaba los suscriptores de APX. Fue así que un estudiante de preparatoria llamado Greg Christensen desarrolló un juego que no solo sería seleccionado sino también galardonado con premio Atari Star. Ese juego era Caverns of Mars.

Inspirado evidentemente en la arcade Scramble, aunque con la notable diferencia de que el desplazamiento pasó de horizontal a vertical, Caverns of Mars se trataba de un shooter de navecitas cuyo objetivo era ir descendiendo por una serie de túneles y niveles en los que, al igual que en Scramble, había que mantener tu nivel de combustible destruyendo los tanques que lo almacenaban, y dependiendo de la dificultad elegida pasabas por más o menos niveles hasta llegar al “reactor”; y una vez que lo destruías era el momento de ascender antes de que tu combustible se agotara.

Y es así que, 42 años después llegamos a Caverns of Mars: Recharged, siendo el octavo título de la colección de clásicos de Atari reimaginados que inició en 2020 con Missile Command: Recharged.

En Caverns of Mars: Recharged tenemos los mismos objetivos y elementos del original, pero con ciertas diferencias que lo hacen más dinámico y retador. Para empezar los disparos tienen una doble función (aparte de que hay de distintos tipos), ya que al disparar no solo destruyes todo (incluyendo las rocas y barreras) sino que cada disparo ralentiza el descenso, de tal manera que disparar se convierte en un factor táctico dependiendo de la ruta y el tipo de arma que tengas (a lo largo del descenso puedes cambiar de arma recolectándolas).

Por ejemplo, si tienes el láser te ralentizará de forma mayor y durante más tiempo que si usas la escopeta, que te frenará brevemente y deberás disparar continuamente para controlar tu velocidad, y claro, el alcance de cada arma es distinto. Simplemente considera que la ralentización es equivalente al retroceso provocado por cada arma. Y un dato importante es que al disparar gastas más combustible.

Otro cambio está en la barra de energía (en el original no existía; un disparo o choque te eliminaba), y en la obtención de combustible. En Recharged recuperas energía al recolectar las armas, lo cual implica que en ocasiones deberás cambiar de arma aunque no te convenga, con tal de aumentar tu energía. Y para el combustible ya no es necesario destruir los tranques, simplemente pasas sobre ellos.

Así que el éxito de cada misión dependerá de tu habilidad para mantener llenas ambas barras, aunque no será fácil porque al terminar cada nivel (en el modo Arcade) deberás elegir entre tres power-ups que te darán beneficios para una de las barras a cambio de restarle capacidad o potencia a la otra.

En el modo Arcade deberás pasar nivel por nivel hasta llegar al reactor, en el modo Misiones podrás elegir entre varias con retos preestablecidos, y también tiene un curioso modo cooperativo local que requiere mucha coordinación.

No lo dudes, Caverns of Mars: Recharged tiene la acción arcade que buscas en un shooter de navecitas más un factor táctico que te hará regresar a él una y otra vez.

En resumen, tal vez por ser Caverns of Mars el juego menos conocido de la colección Recharged, o simplemente porque el original era tan sencillo que no daba margen para que con tan solo aumentarle elementos se pudiera actualizar, es el título con cambios más profundos, convirtiéndolo en un juego muy distinto al original, cuyo resultado ha sido una propuesta fresca, divertida y muy adictiva.

*Caverns of Mars: Recharged fue revisado en Xbox Series X con un código proporcionado por Atari.