DOLMEN

¿DE QUE TRATA?

En Dolmen nos envían a investigar unos cristales especiales a un planeta llamado Revion Prime. La corporación que nos manda en está misión quiere controlar y manipular las diferentes dimensiones o realidades y para ello necesita precisamente los cristales.

¿CÓMO SE JUEGA?

Después de un escueto editor que prácticamente solo sirve para ponerle un nombre y colores a nuestro personaje, ingresamos a una zona que nos muestra diversos tutoriales para enseñarnos los movimientos y ataques, y desde ahí nos damos cuenta de que Dolmen es un Soulslike, es decir, un juego que toma sus principales bases y mecánicas de juego de la serie de títulos Dark Souls y que se han popularizado bastante en los últimos años. Los ataques se hacen con los gatillos derechos, ruedas con el mismos botón de los Dark Souls, tienes un escudo que se usa igual y ofrece un contraataque, y si eres eliminado deberás regresar al lugar donde lo fuiste para recuperar tus pertenecías y puntos para subir de nivel. Hasta aquí, digamos que no hay novedades en la mecánica de juego, pero hay algo que cambia la dinámica y son las armas a distancia. La pistola consume la barra de energía, lo que en Dark Souls equivale a la magia, y esta barra se recupera de forma automática conforme pasa el tiempo. Las armas cuentan con dos modos de disparo: por un lado una ráfaga de disparos que consume mas energía. Y por el otro, un disparo sencillo que se activa cuando tu energía no está a tope, lo que es menos efectivo. Sin embargo la barra de energía también puedes usarla para recupera puntos de salud y cuando lo haces la cantidad utilizada ya no podrá ser recuperada con el tiempo, por lo cual la barra se puede hacer cada vez más y más pequeña mientras tratas de sobrevivir. Es decir que en muchísimas situaciones en el juego, de hecho más de las que nos gustaría, tenemos que elegir entre recuperar salud o poder seguir disparando. Pero tus armas cuerpo a cuerpo siempre estarán disponibles, eso sí.

Por otro lado en Dolmen las cosas no son tan progresivas como en la serie de Miyazaki, pues en este juego sentimos desbalanceado el combate desde las primeras misiones. Hay unos enemigos que no te hacen mucho daño, pero de repente te sale uno o dos que con un solo golpe te eliminan. Es decir, no te dan oportunidad de aumentar tus habilidades y esto conlleva a frustraciones desde muy al inicio del juego. A eso hay que sumar que tu personaje se mueve como si de un robot se tratara. Sus movimientos son algo limitados, lentos y erráticos y eso no es parte del juego, como en Dark Souls donde puedes ir mejorándolos conforme encuentras diferente equipamiento o subes habilidades.

En Dolmen las famosas fogatas o puntos de recuperación de Dark Souls son una especie de robots que van apareciendo en el camino. Al activarlos te llevarán a una nave donde puedes aumentar el nivel de tus habilidades, agregar algunas nuevas, y realizar algunas tareas de reconocimiento. Pero como es un área común y regresas varias veces a ella, se vuelve muy repetitivo desde el inicio del juego.

En cuanto a la progresión y la aventura no hay mucho que decir más allá de avanzar a prueba y error, pero el diseño de los niveles y mapas no logra una progresión adecuada y muchas, muchísimas veces, te pierdes en los laberínticos pasillos y niveles.

Dolmen tiene mucha competencia encima, sin contar la serie de Dark Souls. Juegos como The Surge, Mortal Shell o Remnant: From the Ashes le llevan ventaja a este juego que, aunque no lo hace mal, no ofrece algo que lo ponga por encima de la media de su competencia.

LO BUENO

  • Es un soulslike y si eso te gusta, entonces Dolmen te va a gustar
  • Mecánicas familiares para los que gustan del género

LO MALO

  • Nivel técnico muy promedio
  • No es un juego amable con los novatos en el género