DIABLO IV

¿DE QUÉ TRATA?

Estamos de regreso en Santuario, lugar donde se ha llevado a cabo un ritual para invocar a Lilith, matriarca de los demonios e hija de Mefisto, Señor del Odio. Esto ha traido consigo que el mundo de Santuario caiga en decadencia y se inunde de peligros, demonios y seres poseídos por la ira, la codicia y la violencia. Es nuestro trabajo descubrir qué culto está detrás de esto y detenerlo antes de que la oscuridad se haga por completo del control de Santuario.

¿CÓMO SE JUEGA?

A diferencia de otros juegos, Diablo IV cuenta con una historia que, además de interesante resulta importante conocer, para no perderte en la aventura. Y es que el juego ofrece una cantidad casi insana de misiones secundarias en las que puedes entretenerte bastante, y que muchas veces te hacen olvidar tus objetivos principales. Esto quiere decir que el juego te va a durar mucho, pero mucho tiempo, sin contar todos los agregados que seguramente vendrán después, con las temporadas y los posibles contenidos descargables.

Diablo IV es un juego con vista cenital, o sea desde arriba del personaje, pero no por eso deja de ser impactante y llena de detalles, y más en esta entrega que saca provecho de las consolas de nueva generación y las computadoras más poderosas. El juego nos pone en dos escenarios que conforman el núcleo del estilo de juego: la visita a los poblados, y el combate en campo y mazmorras.

La visita a los poblados a los que terminas yendo sí o sí, te van develando la historia y al mismo tiempo van fortaleciendo tu personaje. En ellos hablas con una gran cantidad de personas que te cuentan qué demonios está sucendiendo en Santuario, otras que te darán misiones adicionales, y otros tantos que gracias a sus profesiones te ayudan a mejorar tu arsenal, equipamiento y otros accesorios como amuletos o anillos para aumentar algunas estadísticas porque sí… este también es un juego de estadísticas en el que los números juegan un papel muy importante. Hablaremos de ellos más adelante.

Por otro lado, el combate en campo y mazmorras es donde está la verdadera diversión del juego. El control está tan simplificado y ha sido mejorado a lo largo de tantas entregas, que se siente muy responsivo y coherente con la acción en pantalla. Eso sí, hay que dirigir los ataques hacia los enemigos, así como algunas de las habilidades como la magia, sino no vas a lograr atinarles, pero nada de eso es complejo gracias a la buena respuesta del control.

En algunas de las mazmorras podrás batallar con el inventario que en ocasiones será insuficiente para cargar todas las recompensas que te vas encontrando y ahí es donde entra la toma de decisiones que en muchas ocasiones es crítica… ¿me quedo con este mazo que traigo y que golpea duro? ¿o mejor lo dejo y me llevo la lanza que hace menos daño pero es más rápida? Tu decides.

Los personajes tienen diferentes estadísticas que fortalecen sus atributos como la fuerza, la inteligencia, la voluntad o la destreza entre otros, y estos a su vez mejoran algunas acciones como el número de ataques por segundo, la velocidad de los mismos o el daño crítico solo por mencionar algunos de los muchos que hay disponibles. A eso hay que sumar que las clases de personajes son diferentes y que cada una tiene atributos únicos, como la magia o los hechizos, la velocidad, el ataque cuerpo a cuerpo, o a distancia… en fin. En realidad debes estar muy atento a cómo afectan estos atributos y habilidades al personaje, y cómo sacar provecho de ellas ante las diferentes situaciones que se presenten. Lo mejor de todo es que ninguna clase es necesariamente mejor que otra, cada una tiene su propio estilo pero en ningún momento te vas a quejar de haber seleccionado una sobre otra por su mal desempeño. El juego es justo y balanceado.

Llegará un momento en que tu personaje va a estar tan preparado que los enemigos podrían empezar a caer como moscas, y cuando eso suceda, es hora de aumentar el reto subiendo el nivel del “mundo” en… la “Estatua del Nivel del Mundo”, que ofrece cuatro, yendo del más fácil (Aventurero) al más dificil (Tormento), y en cada uno de ellos habrá un número limitado de niveles. Por ejemplo en el primero solo podrás ir hasta el nivel 50. Esto le agrega mucha rejugabilidad al título y hará que te dure aún mucho más, pues las mejores recompensas esperan en los niveles más altos.

En cuanto a lo visual el juego luce tan espectacular como se puede para un juego de su tipo. Y no es que no nos haya gustado lo suficiente, pero Diablo III ya lucía muy bien, así que esta nueva entrega mejora eso con tecnologías de las consolas de actual generación y en PC de las tarjetas gráficas más potentes.

El sonido y la música son otros elementos muy bien cuidados, como siempre. La ambientación lugubre va con la música de tintes misteriosos y tonos deprimentes, justo lo que las huestes del mal nos darían para detener nuestro avance.

Diablo IV es sin duda el mejor juego de la serie. Es un título que te va a durar mucho, pero mucho tiempo, que se difruta mucho con amigos y que, aunque tiene momentos cuestionables (como la repetición de mazmorras o la variedad de enemigos), logra mantenerte interesado y siempre queriendo encontrar la mejor recompensa.

LO BUENO

  • Diablo está de regreso y mejor que nunca
  • Visualmente es un de deleite
  • El sistema de progresión y recompensas

LO PEOR

  • La cámara es fija y veces torpe
  • Las mazmorras pueden resultar repetitivas
  • Pocos momentos clave que mantengan el interés